Hoy, los historiadores de la ciencia en occidente se ven forzados a reconocer que los chinos hicieron numerosos e importantes descubrimientos y que se adelantaron, en muchos casos, miles de años a los descubrimientos occidentales, no sólo en medici na, sino también en otros campos de la ciencia y la tecnología. La medicina tradicional se practica hoy en China y en otros paí ses orientales, a veces en combinación con medicina occidental. En la propia China existen desde hace más de medio siglo una serie de facultades de medicina tradicional: el curso académico en las mismas dura seis años e incluye estudios paralelos de me dicina occidental.
Los chinos representan aproximadamente un 20% de la población mundial, por lo que el número de gente que se trata de esa manera es enorme. Pero la medicina tradicional china es tam bién practicada hoy, en numerosos países occidentales, por un número creciente de profesionales a partir, claro, de la demanda creciente del público que, enterado de la existencia de una tera pia indolora, barata y sumamente eficaz, se acerca a ella espe rando obtener resultados que no pueden lograrse con los méto dos conocidos en occidente.
En Francia, por ejemplo, una encuesta de 1978 informaba que el 12°/o de los consumidores recurría a la acupuntura para tratar sus dolencias. En 1985 ya eran el 21%. Hoy se acercan al 40%. En este país un 46% de los médicos generales practican alguna forma de medicina no ortodoxa y un 70% de ellos (aunque no practiquen ninguna de estas técnicas) consideran que la acu puntura posee una eficacia terapéutica real. Además, como ya hemos mencionado anteriormente, los usuarios de la acupuntu ra en Francia ven reembolsados sus tratamientos por el sistema de seguridad social.
En los Estados Unidos, por su parte, la Asociación Médica America na reconoció recientemente que en los últimos años las me dicinas complementarias estaban desplazando a la medicina or todoxa. Las consultas a médicos alternativos habían sido más que las consultas a los tradicionales. Entre las medicinas alter nativas más requeridas por el público norteamericano, se encon traba, primera en la lista, la acupuntura. La medicina alternativa avanza entonces en los Estados Unidos: según un informe publicado por la Asociación antes menciona da (efectuado por el doctor David Eisenberg y por su equipo del Centro Médico Beth Israel Deacones, de Boston), los usuarios de medicinas alternativas en los Estados Unidos han pasado de ser el 34% de la población en 1990 a ser el 42% en 1997. Entre 1990 y 1997, el número total de consultas de terapias al ternativas se incrementó un 47%, al pasar de 427 millones en 1990 a 629 millones en 1997. Cuatro de cada diez ciudadanos de Estados Unidos recurrieron a técnicas de medicina alternati va en 1997. Los gastos por terapias alternativas han aumentado, durante este tiempo (desde 1990 a 1997) un 45%. En el 42% de los casos, se recurrió a las terapias alternativas para tratar enfermedades ya existentes y en el 58% para prevenirlas ¿Pero quiénes son los que se acercan a las medicinas alternati vas?... Diversos estudios responden que las personas con más es tudios son las que más recurren a estas terapias; hay más usua rios entre personas que tienen títulos universitarios que entre quienes no han ido a la universidad.
Estas terapias son, además, más utilizadas por las mujeres (56%) que por los hombres (44%). La mayoría de las personas que con sultan a especialistas en medicina alternativa, por otra parte, se abstiene de decírselo a su médico oficial (menos del 40% se lo cuentan) esto, en general, porque temen ser reprendidos por médicos formados en tradiciones conservadoras que reniegan en forma tal de lo foráneo como para retrasar años y años la entrada de la acupuntura y otros conocimientos milenarios a las universidades occidentales.
Dejando de lado a países centrales como Francia y los Estados Unidos, descubrimos que en Cuba, desde hace unos cinco años, se ha incluido la materia Medicina Natural y Tradicional en la formación básica de los médicos y enfermeras desde los prime ros años de estudios que incluye, claro, a la acupuntura. Esta medida no se ha adoptado solamente por la falta de medi camentos (consecuencia del bloqueo estadounidense) los profe sionales cubanos que practican la medicina tradicional china y otras medicinas alternativas están convencidos de que la mejor solución es colocarlas en primera línea de la asistencia sanitaria y así lo hacen para abaratar costos, para prevenir enfermedades, para mantener una población saludable. La medicina tradicional china, entonces, se expande por el mun do. Y la acupuntura es la punta de lanza de esta expansión. Te rapia seductora por sus bajos costos, por su altísima eficacia, por sus métodos indoloros y no invasivos.
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