CONSIDERACIONES INICIALES

La acupuntura es una técnica curativa que forma parte de la lla­mada medicina tradicional china (o MTC), De tradición milena­ria, ésta se nutre de una serie de técnicas curativas que le dan su sustento práctico, así como se basa en una serie de conceptos filosóficos que la dan su base o sostén teórico. La acupuntura es, entonces, parte de un mundo más amplio, el de la medicina tradicional china. Esta es diferente de la que se practica en occidente no sólo porque propone técnicas de cura ción distintas sino también porque se basa en una concepción del mundo que no es la occidental.
La medicina en occidente
En occidente la medicina vio, con el triunfo del capitalismo, el sucederse dos procesos paralelos. El primero de ellos fue la espe-cialización creciente de los profesionales de la salud. El segundo, la fabricación industrial de los medicamentos. Los analizaremos brevemente para trazar un cuadro de situación de lo que es la medicina occidental hoy.

1. La creciente especialización de los profesionales médicos.


Hoy por hoy, lo sabemos, los colegios de medicina de occidente no forman médicos: forman especialistas. La especialización que se dio en la medicina occidental en los úl­timos siglos lleva al absurdo de que una persona sea atendida, en el mejor de los casos, por cuatro o cinco especialistas, cada uno de los cuales no habla con el otro, no se conoce con el otro. Los especialistas se dedican a tratar aspectos parciales del cuerpo humano: habrá el dentista, que se dedicará a los dientes; el cardiólogo, que se dedicará al corazón; el traumatólogo, que se dedicará a los huesos; el psicólogo, que se dedicará a la salud mental, la lista es interminable.
Esta especialifación surge porque la medicina occidental (aun que no lo reconozca) trata al hombre como la suma de sus par tes. Se desconoce el hecho de que el cuerpo humano es uno so lo, y que sus partes están interconectadas las unas a las otras, encastradas y cruzadas por vasos comunicantes que trasladan los fluidos de un lado para el otro. Se olvida que el ier humano es un ser completo, total.

2. La fabricación industrial de los medicamentos.

El segundo proceso, que acompañó al de la especialización cre ciente, fue el del surgimiento de verdaderas multinacionales fa bricantes de medicamentos. La producción industrial de medici nas se convirtió en un negocio gigantesco y las personas que es tán tras de ellas se convirtieron en millonarios influyentes. Las multinacionales son las que diseñan los planes de investiga ción en cuanto a los medicamentos que están en desarrollo y son las que patentan las medicinas que producen. Así, cada vez que alguien está enfermo y necesita medicación, se ve obligado a pagar a la empresa que desarrolló el producto. La medicina se convierte así en un tremendo negocio. El desinterés gubernamental por controlar los precios de los me dicamentos está dado (claro) por el poder económico que tienen los laboratorios; para explicarnos mejor: si un gobierno de un país pobre decide permitir la fabricación de medicamentos que no paguen patente al que desarrolló el producto (los medica mentos conocidos como genéricos) para hacerlos más accesibles a la población de ese país, tendrá que vérselas con la presión de los organismos multilaterales de crédito y de los gobiernos de los
países centrales que reclamarán por el pago de la patente olvi dando el padecimiento de miles de seres humanos

Un negocio fabuloso

Esta mundialización del negocio de los medicamentos y la cre ciente especialización de los médicos occidentales hizo que la medicina se convirierta, cada vez más, en algo a lo que hay que destinar gastos y gastos. La medicina es hoy más cara que nun ca y la gente se ve obligada a pagar más y más para acceder a tratamiento y a medicamentos. El negocio de la salud, en occi dente, es un negocio fabuloso.
La medicina se ha convertido en una industria que incluye fár­macos, agroquímicos y biotecnología. Los laboratorios que pro ducen las medicinas tienen presupuestos similares a los de pe queños estados; sus objetivos, claro, son los mismos que los de toda industria: maximizar los beneficios y destruir a la compe tencia. El dinero que el complejo médico industrial posee le per mite promocionarse como la única medicina válida, la única que está basada en métodos científicos. Los grandes medios de co municación se muestran, en casi la totalidad de los casos, com placientes: no cuestionan, no repreguntan, no problematizan. Las publicaciones científicas y los programas de investigación son también financiados por la industria médica, que decide de este modo lo que es ciencia y lo que no lo es. Sí es medicina científica; lo que permite grandes ganancias y descubrimientos espectaculares: la medicina espectáculo, con sus grandes descu brimientos que en nada mejoran la calidad de vida de la pobla ción. No lo es aquello que disminuye los beneficios de los gran des laboratorios, las medicinas alternativas, la medicina preven tiva toda que no se sienta a esperar que la enfermedad aparez ca para tratarla con costosos medicamentos y aparatos sino que se preocupa por mantener los cuerpos sanos y así prevenir la aparición de dolencias
Los laboratorios, entonces, deciden qué es la medicina, influyen incluso en las universidades y colegios médicos, aprobando pro gramas de estudios y otorgando becas de investigación a aque llos estudiantes complacientes con el sistema dominante. Influyen también sobre los ministerios de salud de los gobiernos, que diseñan sistemas de seguridad social afines a los intereses de los laboratorios y del complejo médico establecido.
Esta situación, empero, está comenzando a cambiar: en Francia, por ejemplo, la acupuntura es ya una especialidad médica de post-grado y, más importante para medir la aceptación crecien te que la medicina tradicional china está empezando a tener en occidente, los tratamientos de acupuntura están empezando a ser cubiertos por los sistemas de seguridad social. Los países centrales comienzan a entender que mantener una población constantemente enferma no es un buen negocio. Si bien los la boratorios protestan, algunos gobiernos entienden que deben fomentar los sistemas médicos preventivos.
De esta manera, en Francia, una persona puede atenderse con un acupuntor y el sistema de seguridad social estará obligado a cubrir el costo del tratamiento. Esto, en occidente, era impensa ble hasta hace pocos años, cuando los médicos chinos eran ca talogados de estafadores, cuando se los acusaba de no poder ex plicar sus métodos curativos en un lenguaje científico. El proble ma, entendemos nosotros, no era de los médicos chinos (que lo graban curar a sus pacientes) sino del lenguaje científico (que no los entendía).
La medicina tradicional china se ganó el espacio que hoy ocupa en el mundo por sus propias bondades, por su profunda sabiduría, pero también por el trabajo de miles y miles de personas, muchos de ellos médicos, que trabajaron para difundir la disci plina y para explicarla al público occidental -por eso, lo repeti mos, es un orgullo presentar este blog, nuestro granito de arena para el engrandecimiento de la acupuntura, para su difusión, para su conocimiento.

La medicina tradicional china

Frente a la concepción del cuerpo humano como una suma de partes que nos propone la medicina occidental, la medicina tra dicional china nos propone una visión holística. Frente a la co mercialización creciente del negocio médico, la medicina tradi cional china nos propone la medicina preventiva. Conozcamos un poco más acerca de estos conceptos.

1. La concepción holística.

La medicina tradicional china estudia al hombre globalmente, lo entiende como un sistema abierto en equilibrio dinámico con el medio que le rodea y del cual depende. El hombre que tratan los médicos chinos es un hombre total -a la vez cuerpo, mente y es píritu- las tres esferas que componen el ser se cruzan dando lu gar a interconexiones imposibles de entender con las concepcio nes médicas occidentales, que separan lo material de lo espiri tual, lo mental de lo corporal; que tratan al cuerpo humano co mo una suma de partes que no logran explicar, en definitiva, con tantas divisiones, qué es el hombre.
La medicina tradicional china, entonces, se aleja de la superes-pecialización en el terreno de la medicina, no se dedica a formar auténticos virtuosos en cada una de las piezas del rompecabe zas que supone la fragmentación anatómica del individuo sino que, más bien, forma médicos que entienden al cuerpo humano como una totalidad interconectada e interrelacionada por infi nidad de canales.
La concepción holística (del griego holos, que significa todo, es deciif total, completa) considera que en uii? organismo vivo pri mero está el todo y después las partes; considera entonces que la estructura global es más importante que los elementos que la componen: en el ser humano mente, cuerpo, medio ambiente y relaciones sociales constituyen una totalidad interconectada en punto tal que una alteración en cualquiera de sus partes nece sariamente produce cambios en el organismo entero. El médico entonces actúa sobre un cuerpo humano completo, no fragmentado y, por esto, es capaz de entender que en oca siones un problema en un órgano determinado no tiene su ori gen en ese órgano sino en otro.
La finalidad esencial de las terapias holísticas (y la acupuntura es una dé ellaS)z, como lo son la homeopatía, la vegetoterapia o la psicología transpersonal- consiste en hacer que la salud emerja del interior de la persona para que ésta, al advertir que no está verdaderamente sana (que es diferente del mero no estar enfer mo), promueva en su vida los cambios necesarios para el man tenimiento de la salud: el supuesto holí^ico es que el cuerpo sa be cómo curarse a sí mismo una vez que experimenta qué es la salud, una vez que aprende a conectarse con su ser auténtico, no fragmentado, completo.

2. La medicina preventiva.

En todo lo relacionado a la prevención de enfermedades, existe una clara diferencia entre los conceptos de la medicina china y la occidental: mientras que en la primera el médico debe evitar la enfermedad, en [asegunda el médico se limita a curar la en fermedad cuando ésta ya ha aparecido. La concepción occidental, lo dijimos, tiene su sustento en un régimen económico perverso que permite todo en nombre del lu cro, la salud se convierte así en mercancía, se compra en el mer cado en forma de medicamentos Los médicos occidentales lu cran con la enfermedad de la población; los chinos, en cambio, viven de la prevención de enfermedades (nunca de la aparición de las mismas, ya veremos por qué).
Ejemplifiquemos: en un antiguo blog de medicina china llama do Ta Tcheng" (datado en el siglo V a.C.) podemos leer la si guiente frase:
"Tratar lo que aún no está enfermo es propio de un obrero su perior. El obrero mediocre sólo trata lo que está enfermo".
El obrero, claro, es el médico. El mejor médico, entonces, es el que previene la aparición de la enfermedad. El médico occiden tal es, en esta visión, un mediocre que debe dedicarse a curar porque no supo prevenir. Existe, entonces, una diferente valora ción de la medicina curativa en oriente (donde es la más valora da) y en occidente (donde es, en el mejor de los casos, secunda ria y en el peor, inexistente).
Esta diferencia se basa en los distintos conceptos básicos sobre enfermedad y salud que existen en uno y otro hemisferio: mien tras que occidente (siguiendo los pasos de Louis Pasteur) se es fuerza por localizar el agente causante de la enfermedad (el agente invasor), oriente considera que lo importante, lo que hay que tratar, no es la invasión, sino la debilidad que llama a la in vasión.
En palabras del siempre brillante Aldous Huxley: "La medicina moderna dispone de maravillosos antibióticos, pero carece de métodos para aumentar la resistencia de los individuos y evitar el uso de los mismos. Se realizan fantásti­cas operaciones, pero cuando se trata de enseñar a la gente como vivir sin ser partida por la mitad, absolutamente nada. Y lo mismo con todo lo demás. Muy buena para remendarle a uno cuando ha empezado a desmoronarse, pero pésima para
mantenerlo sano".