CONSIDERACIONES INICIALES

La acupuntura es una técnica curativa que forma parte de la lla­mada medicina tradicional china (o MTC), De tradición milena­ria, ésta se nutre de una serie de técnicas curativas que le dan su sustento práctico, así como se basa en una serie de conceptos filosóficos que la dan su base o sostén teórico. La acupuntura es, entonces, parte de un mundo más amplio, el de la medicina tradicional china. Esta es diferente de la que se practica en occidente no sólo porque propone técnicas de cura ción distintas sino también porque se basa en una concepción del mundo que no es la occidental.
La medicina en occidente
En occidente la medicina vio, con el triunfo del capitalismo, el sucederse dos procesos paralelos. El primero de ellos fue la espe-cialización creciente de los profesionales de la salud. El segundo, la fabricación industrial de los medicamentos. Los analizaremos brevemente para trazar un cuadro de situación de lo que es la medicina occidental hoy.

1. La creciente especialización de los profesionales médicos.


Hoy por hoy, lo sabemos, los colegios de medicina de occidente no forman médicos: forman especialistas. La especialización que se dio en la medicina occidental en los úl­timos siglos lleva al absurdo de que una persona sea atendida, en el mejor de los casos, por cuatro o cinco especialistas, cada uno de los cuales no habla con el otro, no se conoce con el otro. Los especialistas se dedican a tratar aspectos parciales del cuerpo humano: habrá el dentista, que se dedicará a los dientes; el cardiólogo, que se dedicará al corazón; el traumatólogo, que se dedicará a los huesos; el psicólogo, que se dedicará a la salud mental, la lista es interminable.
Esta especialifación surge porque la medicina occidental (aun que no lo reconozca) trata al hombre como la suma de sus par tes. Se desconoce el hecho de que el cuerpo humano es uno so lo, y que sus partes están interconectadas las unas a las otras, encastradas y cruzadas por vasos comunicantes que trasladan los fluidos de un lado para el otro. Se olvida que el ier humano es un ser completo, total.

2. La fabricación industrial de los medicamentos.

El segundo proceso, que acompañó al de la especialización cre ciente, fue el del surgimiento de verdaderas multinacionales fa bricantes de medicamentos. La producción industrial de medici nas se convirtió en un negocio gigantesco y las personas que es tán tras de ellas se convirtieron en millonarios influyentes. Las multinacionales son las que diseñan los planes de investiga ción en cuanto a los medicamentos que están en desarrollo y son las que patentan las medicinas que producen. Así, cada vez que alguien está enfermo y necesita medicación, se ve obligado a pagar a la empresa que desarrolló el producto. La medicina se convierte así en un tremendo negocio. El desinterés gubernamental por controlar los precios de los me dicamentos está dado (claro) por el poder económico que tienen los laboratorios; para explicarnos mejor: si un gobierno de un país pobre decide permitir la fabricación de medicamentos que no paguen patente al que desarrolló el producto (los medica mentos conocidos como genéricos) para hacerlos más accesibles a la población de ese país, tendrá que vérselas con la presión de los organismos multilaterales de crédito y de los gobiernos de los
países centrales que reclamarán por el pago de la patente olvi dando el padecimiento de miles de seres humanos

Un negocio fabuloso

Esta mundialización del negocio de los medicamentos y la cre ciente especialización de los médicos occidentales hizo que la medicina se convirierta, cada vez más, en algo a lo que hay que destinar gastos y gastos. La medicina es hoy más cara que nun ca y la gente se ve obligada a pagar más y más para acceder a tratamiento y a medicamentos. El negocio de la salud, en occi dente, es un negocio fabuloso.
La medicina se ha convertido en una industria que incluye fár­macos, agroquímicos y biotecnología. Los laboratorios que pro ducen las medicinas tienen presupuestos similares a los de pe queños estados; sus objetivos, claro, son los mismos que los de toda industria: maximizar los beneficios y destruir a la compe tencia. El dinero que el complejo médico industrial posee le per mite promocionarse como la única medicina válida, la única que está basada en métodos científicos. Los grandes medios de co municación se muestran, en casi la totalidad de los casos, com placientes: no cuestionan, no repreguntan, no problematizan. Las publicaciones científicas y los programas de investigación son también financiados por la industria médica, que decide de este modo lo que es ciencia y lo que no lo es. Sí es medicina científica; lo que permite grandes ganancias y descubrimientos espectaculares: la medicina espectáculo, con sus grandes descu brimientos que en nada mejoran la calidad de vida de la pobla ción. No lo es aquello que disminuye los beneficios de los gran des laboratorios, las medicinas alternativas, la medicina preven tiva toda que no se sienta a esperar que la enfermedad aparez ca para tratarla con costosos medicamentos y aparatos sino que se preocupa por mantener los cuerpos sanos y así prevenir la aparición de dolencias
Los laboratorios, entonces, deciden qué es la medicina, influyen incluso en las universidades y colegios médicos, aprobando pro gramas de estudios y otorgando becas de investigación a aque llos estudiantes complacientes con el sistema dominante. Influyen también sobre los ministerios de salud de los gobiernos, que diseñan sistemas de seguridad social afines a los intereses de los laboratorios y del complejo médico establecido.
Esta situación, empero, está comenzando a cambiar: en Francia, por ejemplo, la acupuntura es ya una especialidad médica de post-grado y, más importante para medir la aceptación crecien te que la medicina tradicional china está empezando a tener en occidente, los tratamientos de acupuntura están empezando a ser cubiertos por los sistemas de seguridad social. Los países centrales comienzan a entender que mantener una población constantemente enferma no es un buen negocio. Si bien los la boratorios protestan, algunos gobiernos entienden que deben fomentar los sistemas médicos preventivos.
De esta manera, en Francia, una persona puede atenderse con un acupuntor y el sistema de seguridad social estará obligado a cubrir el costo del tratamiento. Esto, en occidente, era impensa ble hasta hace pocos años, cuando los médicos chinos eran ca talogados de estafadores, cuando se los acusaba de no poder ex plicar sus métodos curativos en un lenguaje científico. El proble ma, entendemos nosotros, no era de los médicos chinos (que lo graban curar a sus pacientes) sino del lenguaje científico (que no los entendía).
La medicina tradicional china se ganó el espacio que hoy ocupa en el mundo por sus propias bondades, por su profunda sabiduría, pero también por el trabajo de miles y miles de personas, muchos de ellos médicos, que trabajaron para difundir la disci plina y para explicarla al público occidental -por eso, lo repeti mos, es un orgullo presentar este blog, nuestro granito de arena para el engrandecimiento de la acupuntura, para su difusión, para su conocimiento.

La medicina tradicional china

Frente a la concepción del cuerpo humano como una suma de partes que nos propone la medicina occidental, la medicina tra dicional china nos propone una visión holística. Frente a la co mercialización creciente del negocio médico, la medicina tradi cional china nos propone la medicina preventiva. Conozcamos un poco más acerca de estos conceptos.

1. La concepción holística.

La medicina tradicional china estudia al hombre globalmente, lo entiende como un sistema abierto en equilibrio dinámico con el medio que le rodea y del cual depende. El hombre que tratan los médicos chinos es un hombre total -a la vez cuerpo, mente y es píritu- las tres esferas que componen el ser se cruzan dando lu gar a interconexiones imposibles de entender con las concepcio nes médicas occidentales, que separan lo material de lo espiri tual, lo mental de lo corporal; que tratan al cuerpo humano co mo una suma de partes que no logran explicar, en definitiva, con tantas divisiones, qué es el hombre.
La medicina tradicional china, entonces, se aleja de la superes-pecialización en el terreno de la medicina, no se dedica a formar auténticos virtuosos en cada una de las piezas del rompecabe zas que supone la fragmentación anatómica del individuo sino que, más bien, forma médicos que entienden al cuerpo humano como una totalidad interconectada e interrelacionada por infi nidad de canales.
La concepción holística (del griego holos, que significa todo, es deciif total, completa) considera que en uii? organismo vivo pri mero está el todo y después las partes; considera entonces que la estructura global es más importante que los elementos que la componen: en el ser humano mente, cuerpo, medio ambiente y relaciones sociales constituyen una totalidad interconectada en punto tal que una alteración en cualquiera de sus partes nece sariamente produce cambios en el organismo entero. El médico entonces actúa sobre un cuerpo humano completo, no fragmentado y, por esto, es capaz de entender que en oca siones un problema en un órgano determinado no tiene su ori gen en ese órgano sino en otro.
La finalidad esencial de las terapias holísticas (y la acupuntura es una dé ellaS)z, como lo son la homeopatía, la vegetoterapia o la psicología transpersonal- consiste en hacer que la salud emerja del interior de la persona para que ésta, al advertir que no está verdaderamente sana (que es diferente del mero no estar enfer mo), promueva en su vida los cambios necesarios para el man tenimiento de la salud: el supuesto holí^ico es que el cuerpo sa be cómo curarse a sí mismo una vez que experimenta qué es la salud, una vez que aprende a conectarse con su ser auténtico, no fragmentado, completo.

2. La medicina preventiva.

En todo lo relacionado a la prevención de enfermedades, existe una clara diferencia entre los conceptos de la medicina china y la occidental: mientras que en la primera el médico debe evitar la enfermedad, en [asegunda el médico se limita a curar la en fermedad cuando ésta ya ha aparecido. La concepción occidental, lo dijimos, tiene su sustento en un régimen económico perverso que permite todo en nombre del lu cro, la salud se convierte así en mercancía, se compra en el mer cado en forma de medicamentos Los médicos occidentales lu cran con la enfermedad de la población; los chinos, en cambio, viven de la prevención de enfermedades (nunca de la aparición de las mismas, ya veremos por qué).
Ejemplifiquemos: en un antiguo blog de medicina china llama do Ta Tcheng" (datado en el siglo V a.C.) podemos leer la si guiente frase:
"Tratar lo que aún no está enfermo es propio de un obrero su perior. El obrero mediocre sólo trata lo que está enfermo".
El obrero, claro, es el médico. El mejor médico, entonces, es el que previene la aparición de la enfermedad. El médico occiden tal es, en esta visión, un mediocre que debe dedicarse a curar porque no supo prevenir. Existe, entonces, una diferente valora ción de la medicina curativa en oriente (donde es la más valora da) y en occidente (donde es, en el mejor de los casos, secunda ria y en el peor, inexistente).
Esta diferencia se basa en los distintos conceptos básicos sobre enfermedad y salud que existen en uno y otro hemisferio: mien tras que occidente (siguiendo los pasos de Louis Pasteur) se es fuerza por localizar el agente causante de la enfermedad (el agente invasor), oriente considera que lo importante, lo que hay que tratar, no es la invasión, sino la debilidad que llama a la in vasión.
En palabras del siempre brillante Aldous Huxley: "La medicina moderna dispone de maravillosos antibióticos, pero carece de métodos para aumentar la resistencia de los individuos y evitar el uso de los mismos. Se realizan fantásti­cas operaciones, pero cuando se trata de enseñar a la gente como vivir sin ser partida por la mitad, absolutamente nada. Y lo mismo con todo lo demás. Muy buena para remendarle a uno cuando ha empezado a desmoronarse, pero pésima para
mantenerlo sano".

La caracterización de la medicina tradicional china

Muchas personas confunden a la medicina tradicional china con la acupuntura. Esto como dijimos, es incorrecto, porque la se gunda es solo una de las partes de la primera. La medicina china incluye diversas técnicas terapéuticas de ma­nipulación y rehabilitación y, muy especialmente, una riquísima farmacopea, que sigue utilizándose hoy en día. Además, la me dicina china preconiza diversos métodos de higiene basados en la dietética pero, probablemente, su mayor aporte lo conformen las técnicas conocidas como gimnasias energéticas, entre ellas el cada vez más popular Tai Chi, gimnasia de propiedades curativas que se basa en el manejo de la energía vital (conocida como Chi). ¿Pero cómo caracterizar entonces a la medicina tradicional chi na? En principio, podemos decir de la misma que está constitui da por dos fases claramente diferenciadas

I. La fase preventiva:

Es la fase gracias a la cual se impide la aparición de la enfer­medad. La medicina tradicional china se basa en una rigurosa alimentación, en una higiene adecuada y en determinados ejercicios físicos destinados a mantener al cuerpo en equilibrio. Estos tres aspectos se combinan para prevenir todo tipo de en fermedades.
El seguimiento de la salud por un médico de cabecera, que supervisa el estado de los individuos, completa el proceso de pre vención; el médico, es importante mencionarlo, cobraba en la antigüedad sus honorarios por esta tarea, por el seguimiento del paciente, por mantener sana a la población. Y tenía que ser muy cuidadoso en lograr sus cometidos -ya veremos por qué.

II. La fase curativa:

Esta fase es la menos apreciada por los chinos. Si por alguna ra zón el médico permite que aparezca la enfermedad, debe reme diarlo. En la antigüedad, dejaba inmediatamente de cobrar sus honorarios e incluso se hacía responsable de los gastos que de mandase la curación (por esto, decíamos, el interés de los anti guos médicos chinos por mantener a sus pacientes saludables). Esta situación es quizás inentendible para los parámetros occi dentales: debemos entender que al médico chino se le pagaba para que mantuviera la salud y no para que curara la enferme dad. La enfermedad, si aparecía, lo hacía como fruto del mal ac cionar del médico o de un accidente (en este caso, claro, el mé dico no era responsable de cargar con las costas del tratamiento). Para curar a los pacientes enfermos la medicina tradicional chi na utiliza tres métodos terapéuticos: los medicamentos, la acu puntura y las moxas.
Veamos algo más sobre cada uno de ellos: • La curación con medicamentos: se dice que en China todo aquello que vuela por los aires, que nada por las aguas, que co rre por la tierra o que se refugia en el seno de la misma, ha sido estudiado con fines terapéuticos. Desde tiempos remotos la me dicina tradicional china ha utilizado para sus remedios el carbo nato de sodio, el sulfato de sodio, el sulfato de hierro, el minio, el acetato de cobre, el carbonato de calcio, el sulfuro de cobre, el cinabrio, el bórax, el alumbre, la mica, el azufre -y un sinfín de sustancias más- con las cuales curan enfermedades tales como la sarna, conocida en China desde hace más de cuatro mil años con el nombre de "Tchong-kiai" [que significa pústulas formadas por un gusano). Asimismo, utilizan el arsénico para combatir las fiebres intermitentes, el mercurio para expulsar de la sangre el virus sifilítico y un largo etcétera.
• La curación con acupuntura: Este tipo de técnica curativa a la que le dedicamos nuestro blog constituye la rama principal de la medicina tradicional china y consiste en introducir finas agujas en puntos muy precisos de la superficie cutánea con el fin de equilibrar la energía perturbada del paciente y recobrar, de esta manera, la salud. No nos extendemos en explicar en este momento la manera en que la acupuntura funciona porque de dicaremos a eso todo un capítulo (el cuarto) de nuestro blog.
• La curación con moxas: Las moxas eran en la antigüedad pe queños conos de artemisa sinensis que, colocados sobre una sustancia aislante (como la sal o una rodaja de ajo), se quema ban lentamente sobre la superficie cutánea. Frecuentemente es tas moxas producían ignipunturas (es decir, ligeras quemaduras cutáneas), por lo que en la actualidad suelen utilizarse cigarros de artemisa que se acercan ligeramente a la piel evitando así la quemadura de la misma. La moxibustión es inseparable de la acupuntura como el propio ideograma chino lo recuerda: lo que hemos traducido por acupuntura significa en realidad metal-fuego (es decir agujas y moxas).

La medicina tradicional china hoy

Hoy, occidente sabe que no se puede anular, sin más, una tradi ción médica milenaria que da resultados y resulta barata sólo porque parta de conceptos diferentes de los que parte la medi cina occidental. La aceptación de la medicina tradicional china crece, así, de manera lenta pero firme.
Mucho que ver en esto tuvieron los propios chinos. Diversos mé dicos orientales se dedicaron a dar a conocer en nuestro hemis ferio sus propias prácticas actualizadas, después de haber toma do lo mejor de la medicina occidental para perfeccionar sus pro pios métodos. Esto, que tan bien hacen los chinos, es lo que más le cuesta a occidente: decidirse a incorporar prácticas que no provengan de la propia tradición científica pero que sin embar go se revelen como más eficaces que las establecidas. Son, entonces, los propios chinos los que están haciendo un enorme esfuerzo por establecer los puentes que unan a la me dicina tradicional china con la medicina occidental, así lo testi monian los trabajos de investigación presentados en congresos de acupuntura y moxibustión celebrados en China, abiertos a occidente desde 1979. Existen actualmente más de setenta y cinco mil publicaciones sobre medicina china, que se incremen tan a un ritmo medio de cinco mil cada año. En estas publicaciones, los médicos chinos toman la forma del poper que tanto conocen los académicos occidentales para re lacionar los mundos médicos de oriente y occidente, para pre sentar nuevos estudios, para informar de progresos o proble mas. La comunidad médica china se convierte así en una comu nidad abierta al diálogo, dispuesta a problematizar la situación del conocimiento médico en el mundo y a derribar fronteras. Lamentablemente, muchas veces vemos cómo esas fronteras que trabajosamente se derriban son vueltas a construir por go biernos ineficaces, que prefieren priorizar el lucro privado antes que la salud de la población. Pero la ola del conocimiento se ex pande, crece y la medicina tradicional china se populariza en el mundo.

La medicina tradicional china en occidente

Hoy, los historiadores de la ciencia en occidente se ven forzados a reconocer que los chinos hicieron numerosos e importantes descubrimientos y que se adelantaron, en muchos casos, miles de años a los descubrimientos occidentales, no sólo en medici na, sino también en otros campos de la ciencia y la tecnología. La medicina tradicional se practica hoy en China y en otros paí ses orientales, a veces en combinación con medicina occidental. En la propia China existen desde hace más de medio siglo una serie de facultades de medicina tradicional: el curso académico en las mismas dura seis años e incluye estudios paralelos de me dicina occidental.
Los chinos representan aproximadamente un 20% de la pobla­ción mundial, por lo que el número de gente que se trata de esa manera es enorme. Pero la medicina tradicional china es tam bién practicada hoy, en numerosos países occidentales, por un número creciente de profesionales a partir, claro, de la demanda creciente del público que, enterado de la existencia de una tera pia indolora, barata y sumamente eficaz, se acerca a ella espe rando obtener resultados que no pueden lograrse con los méto dos conocidos en occidente.
En Francia, por ejemplo, una encuesta de 1978 informaba que el 12°/o de los consumidores recurría a la acupuntura para tratar sus dolencias. En 1985 ya eran el 21%. Hoy se acercan al 40%. En este país un 46% de los médicos generales practican alguna forma de medicina no ortodoxa y un 70% de ellos (aunque no practiquen ninguna de estas técnicas) consideran que la acu puntura posee una eficacia terapéutica real. Además, como ya hemos mencionado anteriormente, los usuarios de la acupuntu ra en Francia ven reembolsados sus tratamientos por el sistema de seguridad social.
En los Estados Unidos, por su parte, la Asociación Médica America na reconoció recientemente que en los últimos años las me dicinas complementarias estaban desplazando a la medicina or todoxa. Las consultas a médicos alternativos habían sido más que las consultas a los tradicionales. Entre las medicinas alter nativas más requeridas por el público norteamericano, se encon traba, primera en la lista, la acupuntura. La medicina alternativa avanza entonces en los Estados Unidos: según un informe publicado por la Asociación antes menciona da (efectuado por el doctor David Eisenberg y por su equipo del Centro Médico Beth Israel Deacones, de Boston), los usuarios de medicinas alternativas en los Estados Unidos han pasado de ser el 34% de la población en 1990 a ser el 42% en 1997. Entre 1990 y 1997, el número total de consultas de terapias al ternativas se incrementó un 47%, al pasar de 427 millones en 1990 a 629 millones en 1997. Cuatro de cada diez ciudadanos de Estados Unidos recurrieron a técnicas de medicina alternati va en 1997. Los gastos por terapias alternativas han aumentado, durante este tiempo (desde 1990 a 1997) un 45%. En el 42% de los casos, se recurrió a las terapias alternativas para tratar enfermedades ya existentes y en el 58% para prevenirlas ¿Pero quiénes son los que se acercan a las medicinas alternati vas?... Diversos estudios responden que las personas con más es tudios son las que más recurren a estas terapias; hay más usua rios entre personas que tienen títulos universitarios que entre quienes no han ido a la universidad.
Estas terapias son, además, más utilizadas por las mujeres (56%) que por los hombres (44%). La mayoría de las personas que con sultan a especialistas en medicina alternativa, por otra parte, se abstiene de decírselo a su médico oficial (menos del 40% se lo cuentan) esto, en general, porque temen ser reprendidos por médicos formados en tradiciones conservadoras que reniegan en forma tal de lo foráneo como para retrasar años y años la entrada de la acupuntura y otros conocimientos milenarios a las universidades occidentales.
Dejando de lado a países centrales como Francia y los Estados Unidos, descubrimos que en Cuba, desde hace unos cinco años, se ha incluido la materia Medicina Natural y Tradicional en la formación básica de los médicos y enfermeras desde los prime ros años de estudios que incluye, claro, a la acupuntura. Esta medida no se ha adoptado solamente por la falta de medi camentos (consecuencia del bloqueo estadounidense) los profe sionales cubanos que practican la medicina tradicional china y otras medicinas alternativas están convencidos de que la mejor solución es colocarlas en primera línea de la asistencia sanitaria y así lo hacen para abaratar costos, para prevenir enfermedades, para mantener una población saludable. La medicina tradicional china, entonces, se expande por el mun do. Y la acupuntura es la punta de lanza de esta expansión. Te rapia seductora por sus bajos costos, por su altísima eficacia, por sus métodos indoloros y no invasivos.

¿Que es la acupuntura?

La acupuntura es, como vimos, parte central de un mundo más amplio, que la engloba el de la medicina tradicional china. Mucha gente no se acerca a la acupuntura porque no sabe qué es (todos, seguramente, saben que es una forma de tratar la en fermedad por medio de agujas), pero muchos creen que no es eficaz o que no logra curar enfermedades sino solo calmar do lores (otros creen que la acupuntura es una especie de creencia y que para que sane hay que tener fe: nada más errado que es to: la.acupuntura es medicina, es ciencia, solo que un tipo de ciencia que no se desarrolló en occidente).

¿Qué es la acupuntura?

La acupuntura es una técnica fundamental dentro del sistema médico chino. Mediante la inserción de agujas en precisos pun tos anatómicos del cuerpo, favorece el equilibrio del sistema enérgetico-vital, aliviando ciertos síntomas asociados con mu chas enfermedades, se cree que los puntos anatómicos (puntos de la acupuntura) tienen ciertas propiedades eléctricas, las cua les afectan a los neurotransmisores químicos del cuerpo. Dichos puntos se encuentran situados en una serie de canales o meridianos: existen doce meridianos básicos, correspondientes a los cinco órganos y cinco visceras fundamentales, a través de los cuales se distribuye la energía vital (o Chi) por todo el cuerpo. Cada uno de estos puntos se punza para lograr un resultado de terminado. La punción puede tener tres fines:
♦ Volver al equilibrio el flujo vital desequilibrado.
♦ Estimular el flujo vital.
♦ Sedar el flujo vital.
Los puntos más importantes, aquellos que regulan el fondo energético, se hallan situados de codos a dedos (en los antebra zos) y de rodillas a pies (en la pierna).
Para la medicina tradicional china tanto los órganos (que son de naturaleza ying) como las entrañas o visceras (de condición yang)t tienen funciones asociadas mucho más amplias que las otorgadas en occidente. Funciones que van desde su estructura más fisiológica a la más profunda o emocional; a modo de ejem plo: el corazón, órgano ying, regula el flujo y el ritmo sanguíneo, la sangre y los vasos. Pero, además, controla el pensamiento, el habla, la memoria, la calidad del sueño y la alegría y se refleja en la lengua, por lo que, en ocasione para tratar a un paciente cardíaco es necesario trabajar sobre la lengua del mismo. Esto permite, claro, dejar de lado las costosas operaciones que nos propone la medicina occidental, que utiliza mayormente técni cas invasivas.

Una práctica milenaria

La acupuntura es una de las prácticas médicas más antiguas del mundo. Originada en China hace más de cuatro mil quinientos años, la acupuntura llamó la atención de occidente en la déca da de 1970, cuando la China y los Estados Unidos reanudaron sus relaciones comerciales
La popularidad de está práctica ha aumentado desde entonces; la primera oleada de real interés se dio en el año 1971, gracias a una historia que apareció en el "New York Times". En ella, un pe riodista de esta publicación describió sus experiencias durante una visita a China, cuando su salud se deterioró y fue tratado exitosamente con acupuntura. De ahí en más, todo fue creci miento para la acupuntura. La gente empezó a reclamarla y los médicos se vieron obligados a investigarla. De acuerdo con las teorías de la medicina tradicional china, el cuerpo humano tiene más de dos mil puntos de acupuntura co nectados por medio de vías o meridianos. Estas vías crean un flujo de energía (Chi) a través del cuerpo que es el responsable de la salud general. La interrupción en el flujo de la energía pue de causar enfermedades. La acupuntura puede corregir estos de sequilibrios cuando se aplican las agujas en puntos precisos, me jorando el flujo de Chi.
Las teorías de la acupuntura han sido corroboradas en extensas investigaciones de laboratorio y se han vuelto, entonces, muy conocidas y aceptadas. Además, en estudios controlados se ha demostrado la efectividad de la acupuntura para tratar ciertas dolencias.
Son, hoy, cientos de miles los acupuntores certificados en occi dente. No todos los acupuntores son médicos pero sí lo son una tercera parte de los mismos, profesionales que han integrado la acupuntura a su práctica médica. Al momento de elegir un acu-puntor será necesario averiguar un poco sobre su formación ¿Se formó en la China? ¿0 lo hizo en occidente? ¿Es un profesional serio? No tema: son las mismas preguntas que uno debe hacer se antes de acudir a cualquier tipo de médico, sea formado en la medicina tradicional china o en la medicina occidental.

¿Cómo se siente la acupuntura?

La acupuntura generalmente se realiza con agujas metálicas, só lidas y delgadas como del tamaño de un cabello. La gran mayo ría de los pacientes siente un dolor mínimo en el momento de inserción de la aguja -otros, ni siquiera eso- incluso muchos pa cientes expresan que, al final de la sesión de acupuntura, se sienten relajados y fuertes.
Colocar la aguja de acupuntura incorrectamente puede causar dolor y sensibilidad durante el tratamiento, por eso es importan te recurrir a un acupuntor calificado para que realice el trata miento. Es necesario, también, que los gobiernos regulen las agujas de la acupuntura de la misma forma que regulan otros instrumentos médicos, para poder garantizar así buenos proce dimientos de fabricación y estándares de calidad mínimos. Además de las agujas, la acupuntura utiliza otras formas de es timulación. Entre ellas podemos mencionar las siguientes:
♦ Calor
♦ Presión (acupresión)
♦ Fricción
♦ Succión
♦ Impulsos de energía electromagnética

¿Cómo funciona la acupuntura?

Al igual que otras técnicas de la medicina china tradicional, la acupuntura se basa en la idea de que la armonía interna es esen cial para tener una buena salud.
El concepto del Chi o energía vital es básico en los tratamientos de acupuntura. Esta poderosa energía se extiende y fluye cau sando cambios en la mente, el cuerpo y el espíritu de cada ser humano.
El Chi circula a través del cuerpo por doce canales invisibles lla mados meridianos. Los cuales forman la red de la vida. Un Chi balanceado y fluyendo con libertad genera buena salud, mien tras que un Chi estancado, bloqueado o sobrestimulado causa enfermedades.
Los acupuntores tratan de promover una circulación adecuada del Chi a través de la manipulación de los pasajes o entradas del Chi. Los cuales se encuentran debajo de la piel. Esta manipula ción se logra insertando agujas delgadísimas en estos puntos (conocidos como acupuntos). La estimulación que resulta per mite a la persona alcanzar la armonía interna y, cuando ella apa rece, desaparecen las enfermedades y las dolencias.

La acupuntura como ciencia

La acupuntura es un tipo de medicina holística que considera al ser humano como una globalidad tanto estructuralmente como por su relación con el entorno que lo rodea. Como todas las grandes medicinas tradicionales considera al hombre como un microcosmos dentro de un macrocosmos, am-bos regidos por las mismas leyes. Por otro lado, la acupuntura es también una ciencia y como tal tiene puntos en común con las teorías más modernas de la medicina, la física o la astronomía occidentales.
No mera terapia sino ciencia, la acupuntura moderna se erige como una disciplina en perpetua elaboración. Medicina energé tica, medicina global, medicina equilibrada y dinámica, ha sido la primera en afirmar que el enfermo es el causante de su enfer medad: dos mil años más tarde el griego Hipócrates recogería la misma idea al decir que no existen enfermedades sino enfermos (Hipócrates, recordamos, es el fundador de la medicina occidental; los médicos de nuestro hemisferio realizan al momento de recibir su título habilitante un juramento que se llama, justa mente, "hipocrático", en el que prometen realizar sus tareas de manera seria, profesional y honesta).
Tanto desde el punto de vista clínico como profiláctico la acu puntura se erige como una disciplina médica de gran importan cia para la sociedad moderna. Bien se trate de países ricos o po bres la acupuntura es una de las modalidades terapéuticas más baratas y eficaces. Hay que tener en cuenta el importantísimo ahorro hospitalario que supone el realizar las intervenciones quirúrgicas mediante anestesia acupuntural, ya que no sola mente se reducen los riesgos durante la intervención, sino que se disminuye en casi un 50% el tiempo de permanencia hospi talaria del postoperatorio.
Pero quizás la ventaja más importante y significativa sea que se trata de una medicina integral, es decir que permite una visión global del paciente, sin necesidad de recurrir a la tradicional re tahila de especialistas cuando se quiere valorar el conjunto de los síntomas que presenta un enfermo.

La acupuntura y su relación con las ciencias occidentales

Pensar que la acupuntura pueda tener relación con disciplinas científicas como son la astrofísica, la electrónica, la informática, las matemáticas, la química o la genética, podría parecemos, si no absurdo, difícilmente aceptable.
Sin embargo nada más próximo a la realidad. La acupuntura es una ciencia que se nutre de los conocimientos que proporcionan todas las ciencias occidentales -como han demostrado tantos investigadores modernos -entre los que podemos citar a Le Gall (de París), a Becker (de Siracusa), a Rabischong y Bossy (de Montpellier), a Pomerantz (de Toronto) y sobre todo a M. Mussat (de París); quienes han elevado, mediante sus investigacio­nes, a la acupuntura a ciencia de vanguardia, aportando pruebas contundentes sobre la realidad anatómico-fisiológica de los puntos de acupuntura o sobre la actividad biológica y neuro-en-donmológica desencadenada por la acción sobre ciertos puntos. I ii el caso de M. Mussat las investigaciones han llegado mucho más lejos y no conformándose únicamente con la verificación experimental de un determinado fenómeno, ha buscado el por qué de dichos fenómenos.
Los cientistas modernos, entonces, consideran a la acupuntura como ciencia milenaria, es un complejo conjunto de conoci mientos interrelacionados y probados (empíricamente, en prin cipio, y luego en laboratorios y experimentos).

Historia de la acupuntura

El de la acupuntura es un mundo complejo y milenario. La dis ciplina ha recorrido una larga historia. Pensemos en la China de hice más de cuatro mil años atrás. Pensemos en personas que, Investigando, descubren que el insertar agujas en determinados puntos del cuerpo puede calmar dolencias y curar enfermeda des. Pensemos en esa gente.
Lo primero que puede venirnos a la mente es que se trata de sa bios, gente que ha dedicado una vida a la investigación, a la re flexión, a la contemplación y a la experimentación. Sí, probable mente se trate de sabios. Nos podemos preguntar, entonces, si hoy en día existen sabios. Sí, existen, no han desaparecido. Hay miles de personas que se dedican a la investigación, a la refle xión, a la contemplación y a la experimentación y que son, a su manera, sabios. Podemos encontrarlos en las universidades. Po demos encontrarlos, también, mirando el mar. Los sabios de hoy realizan descubrimientos fantásticos e inven-IJSmes maravillosas, también escriben páginas bellísimas. ¿Se po dría decir entonces que los sabios de hoy son más sabios que los sabios de ayer? Suponemos que no: los sabios del pasado tam bién hacían esas cosas.
¿Y el progreso, entonces? ¿No progresó el mundo en estos cua tro mil quinientos años? ¿No se realizaron descubrimientos ma ravillosos? Sí, se llegó a descubrimientos fantásticos, se inventa ron mecanismos maravillosos (se llegó a la luna, podría acotar alguien, desde el fondo). ¿Pero sabemos más, por ejemplo, acer ca de qué es el hombre? ¿Sabemos más acerca de qué es la vida y qué es la muerte?. No, estas preguntas nos siguen girando y girando en la cabeza. La respuesta no la sabremos nunca, porque la pregunta es lo que, justamente, nos hace humanos. Si supié­semos la respuesta a esa pregunta, queremos decir, dejaríamos de ser lo que somos (puñados de dudas) y nos convertiríamos en otra cosa.
Eso, claro, no va a suceder. Siempre seguiremos con nuestras dudas constitutivas -y siempre existirá gente trabajando para responder a ellas- y las explicaciones siempre serán erradas o por lo menos provisorias. Por eso no creemos que se pueda ha blar de progreso para referirse a lo sucedido en los últimos cua tro mil quinientos años. Sí se han producido cambios, algunos positivos (otros, seguramente, no tanto). Pero la gente sigue siendo gente, con problemas, con una idea del mundo, con ga nas de ser feliz.
Lo que sí puede decirse es que los cambios han sido muchos. Los descubrimientos han sido maravillosos; las invenciones, muchas de ellas, fantásticas. La medicina, por ejemplo, no es lo mismo que era hace miles de años: se logró conocer al cuerpo humano en algunos de sus niveles más abstractos (en los últimos años, por ejemplo, el desciframiento del genoma humano ha sacudi do a la comunidad científica), se crearon máquinas ultrasofisti-cadas que permiten observar el interior del cuerpo humano sin abrirlo. ¿Por qué decimos entonces que no existe el progreso? Lo decimos porque los sabios que inventaron la acupuntura ha ce más de cuatro mil años sabían tantas cosas del cuerpo huma no como puede saber un sabio de hoy en día. No sabían todas las mismas cosas: algunas cosas que sabe el sabio de hoy, no las sabía el de ayer, pero algunas de las que sabía el de ayer no las sabe necesariamente el de hoy.
La ciencia actual, por ejemplo, es incapaz de generar una tera pia como la acupuntura -no porque no pueda, sino porque no lo intenta- porque para inventar la acupuntura hay que creer (en realidad, saber) que existen canales que transmiten energía por el cuerpo y los científicos de hoy no creen esas cosas hasta que descubren, y lo están haciendo, que los canales pueden marcar se como caminos donde la electricidad fluye en el cuerpo. En tonces pasan a pensar cuan sabios habían sido esos chinos que hace cuatro mil quinientos años inventaron la acupuntura y, a la vez, claro, qué adelantados habían sido a su tiempo sin enten der que, en todo caso, los atrasados eran ellos mismos, por no saber algo que otra gente sabia desde hace miles de años. Los chinos que inventaron (de nuevo: ¿descubrieron?) la acu puntura fueron, entonces, grandes sabios.

Los orígenes remotos

Podemos considerar a la acupuntura tan antigua como la propia China. Existen restos arqueológicos que evidencian la existencia de la acupuntura ya en la Edad de Piedra, cuando se utilizaban agujas de sílex y de jade.
Pero los primeros tiempos históricos de China, sobre los cuales poseemos fechas concretas, corresponden a la dinastía Hia -que duró desde el 2204 al 1766 a.C. y fue iniciada bajo la soberanía del emperador Yu. Sin embargo, disponemos de datos que nos hablan de la existencia del emperador Chin Nong (el nombre, significa Espíritu Laborioso) alrededor del 3200 a.C. Si Chin Nong es un ser histórico o un ser mitológico, no lo sa bremos nunca. En todo caso, se dice que es a él a quien le debe mos los inicios de la medicina china. Fue él quien, según la tra dición, dio a conocer a sus subditos, hace cinco mil años, los cin co tipos de grano más adecuados para la alimentación del hom bre, así como los cien tipos de plantas útiles Él personalmente probaba las plantas de la tierra, diferenciando las tóxicas de las que eran útiles para la salud.
Consciente de la dificultad que suponía la transmisión oral de sus conocimientos, y puesto que la escritura aún no había sido inventada, ideó también una serie de signos convencionales for mados por la combinación de cierto número de líneas rectas y cruzadas.
Esta enorme capacidad de Chin Nong pareaniciar la medicina e idear una forma de signos para transmitir sus conocimientos es lo que nos hace dudar de su real existencia histórica. Probable mente bajo ese nombre se recuerde a una serie de personas que realizaron los descubrimientos e invenciones antedichas, proba blemente sea el nombre de un emperador bajo cufo gobierno se realizaron esas invenciones La verdad, en todo caso, lo dijimos antes, no la sabremos nunca. Porque la ciencia de la historia, nuestro modo de saber acerca del pasado, trabaja con documen tos escritos: si ellos no existen, todo entra en el terreno de la conjetura. Existe, claro, otra manera de recopilar datos acerca del pasado: la arqueología, que nos brinda información sobre el accionar de los hombres en la antigüedad a través del análisis de los rastros de acciones pretéritas. Pero ella nada nos puede decir acerca de quién fue el que inició la medicina china, no nos pue de deéir su nombre.
Hacia el 3000 a.C, continúa la tiÉdición, los signos inventados por Chin Nong fueron reemplazados por cuerdecitas anudadas (los amantes de la historia recordarán que los Incas del Cuzco peruano idearon una forma de registraf datos posiblemente si milar: los quipu). Existían entre los chinos alrededor de doscien tos ideogramas primitivos, que no eran sino esbozos de objetos materiales. Fou Hi (hacia el 2950 a.C.) reemplazó estos caracte res de cuerdecitas por los primeros ideogramas escritos, llama dos "Kho 7eoa"(en chino, renacuajos, que sus trieos irregu lares recordaban la forma de los renacuajos). Trescientos años más tarde, el emperador Houang Ti (El Empera dor Amarillo, 2640 a.C.) recopiló todos los datos existentes has ta la época e hizo de la medicina una auténtica ciencia, reco giendo sus conocimientos en manuscritos. El descubrimiento del cobre, bajo este imperio, le permitió a Huang Ti prohibir el uso de agujas de piedra: obligatoriamente fueron sustituidas por agujas de metal. En un decreto a los mé-ihms de la corte, recogido en el "Nei King", Huang Ti dice: "Lamento que mi pueblo, afectado por las enfermedades, no cumpla con su obligación de pagar los impuestos y que no pue da realizar los trabajos que me debe. Mi deseo es que no se le suministren más medicamentos que envenenen a las gentes ni las antiguas agujas de piedra. Deseo que se utilicen únicamen te las misteriosas agujas de metal con las cuales se puede diri gir la energía".

La Época histórica

Con el surgimiento de la escritura sobreviene la época histórica: los datos que se obtienen de ella son considerados veraces siem pre y cuando, claro, no se encuentren documentos de la misma rpoca que los contradigan.
La Historia nos cuenta que, desde la aparición de la escritura, China fue gobernada por diversas Dinastías Veamos cuáles fue ron ellas:
♦ Dinastía Shang (1766 a 1122 a.C.)
♦ Dinastía Chu (1122 a 225 a.C.)
♦ Dinastía Han (206 a.C. a 221)
♦ Período de los Tres Reinos (221 a 264)
♦ Dinastía Tsing, occidental (265 a 316)
♦ Dinastía Tsing, oriental (316 a 429)
♦ Dinastía del Norte y del Sur (429 a 589)
♦ Dinastía Sui (589 a 618)
♦ Dinastía Tang y período de las Cinco Dinastías (618 a 960)
♦ Dinastía Song (960 a 1279)
♦ Dinastía Yuan (1280 a 1368)
♦ Dinastía Ming (1368 a 1644)
♦ Dinastía Ching (1644 a 1911)
El fin de la China dinástica llegaría con la proclamación de la Re pública en 1911 y la República sería heredera de una tradición, como podemos ver en el listado anterior, milenaria. Pero volva mos al inicio de la época histórica.
Con la aparición de la escritura durante la época de la primera Dinastía, comenzaron a ponerse por escrito los saberes y los co nocimientos chinos. La acupuntura, como vemos, estuvo presen te desde siempre: Huang Ti, el Emperador Amarillo que prohibió el uso de las agujas de piedra, es anterior a la primera Dinastía y entonces, claro, a la escritura (a Huang Ti, lo recordamos, lo si tuamos en el 2640 a.C).
Su decreto, como dijimos, está incluido en el "Nei King". Es en este blog, entonces (datado en la época de la Dinastía Han, es decir dos siglos a.C), donde encontramos la confirmación del uso de agujas de sílex y de jade desde épocas neolíticas.

El Mei King y despues

El "Nei King"(o Nei Ching), de ciento sesenta y dos capítulos, po dría considerarse como la Biblia de la medicina tradicional china. El blog, datado como dijimos dos siglos a.C, consta de dos par tes: la primera es el "So Ouenn"y la segunda el "Nei King" pro piamente dicho, escrito en forma de diálogo entre Huang Ti y los médicos de su corte: se habla de la acupuntura y de la moxibus-tión, de la higiene y de la alimentación. Es, entonces, el blog fun dante de la disciplina tal como hoy la conocemos y nos cuenta de su historia y de su desarrollo.
En este blog ya aparece la idea rectora de la medicina tradicio nal china, que considera a las enfermedades como un desequili brio de la energías yin y yang. Se postula, además, que estas en fermedades se curan cuando se restablece el equilibrio a través de las agujas y las moxas.
Por todo esto podemos decir que este es un blog central. Poste riormente a su aparición se escribieron diversos tratados y co mentarios sobre el mismo; aún hoy es material de estudio para los médicos de la medicina tradicional china (además, claro, de ser objeto de estudio para historiadores, filósofos y literatos). Entre los diversos blogs y pensadores que continuaron exploran do el universo abierto por el "El "Nei King"(o Nei Ching), de ciento sesenta y dos capítulos, po dría considerarse como la Biblia de la medicina tradicional china. El blog, datado como dijimos dos siglos a.C, consta de dos par tes: la primera es el "So Ouenn"y la segunda el "Nei King" pro piamente dicho, escrito en forma de diálogo entre Huang Ti y los médicos de su corte: se habla de la acupuntura y de la moxibus-tión, de la higiene y de la alimentación. Es, entonces, el blog fun dante de la disciplina tal como hoy la conocemos y nos cuenta de su historia y de su desarrollo.
En este blog ya aparece la idea rectora de la medicina tradicio nal china, que considera a las enfermedades como un desequili brio de la energías yin y yang. Se postula, además, que estas en fermedades se curan cuando se restablece el equilibrio a través de las agujas y las moxas.
Por todo esto podemos decir que este es un blog central. Poste riormente a su aparición se escribieron diversos tratados y co mentarios sobre el mismo; aún hoy es material de estudio para los médicos de la medicina tradicional china (además, claro, de ser objeto de estudio para historiadores, filósofos y literatos). Entre los diversos blogs y pensadores que continuaron exploran do el universo abierto por el "Nei King" podemos mencionar a "Oang Ping", que describe la regla de los cinco elementos y las fds energías durante la Dinastía Sui (589 a 618). Pero será entre los siglos sexto y décimo de nuestra era cuando la acupuntura adquiera un desarrollo considerable. El autor Soun Se Miao (585-682) escribe la obra llamada "Prescripciones" que valen mil monedas de oro. En el siglo VIII, por su parte, Ouang Cheou devela "Los secretos importantes de la acupuntu ra". En el siglo IX, Tcheng Tsiuann publica una "Nueva regla de los pulsos". King" podemos mencionar a "Oang Ping", que describe la regla de los cinco elementos y las fds energías durante la Dinastía Sui (589 a 618). Pero será entre los siglos sexto y décimo de nuestra era cuando la acupuntura adquiera un desarrollo considerable. El autor Soun Se Miao (585-682) escribe la obra llamada "Prescripciones" que valen mil monedas de oro. En el siglo VIII, por su parte, Ouang Cheou devela "Los secretos importantes de la acupuntu ra". En el siglo IX, Tcheng Tsiuann publica una "Nueva regla de los pulsos".

La Dinastía Song

Durante la dinastía Song (960 a 1279), la acupuntura se encuen tra plenamente desarrollada. Consta de una rica tradición (ya, por esas épocas, milenaria) y de maestros experimentados. A es ta época pertenece el llamado hombre de bronce, mandado a fundir en el año 1027 por el Emperador: una estatua represen tado a un hombre de bronce de tamaño natural, hueca, rellena de agua, con los puntos de acupuntura perforados y cubiertos de cera: puntos que el alumno debía pinchar para probar su pe ricia como acupuntor (si lo hacía bien saldría el agua que con tenía el muñeco de bronce si no, claro, no). Se crea, también en esta época, una facultad para enseñar acu puntura (1608). Se imprimen y difunden, además, láminas con los puntos y los meridianos para su estudio y se desarrolla un método para dar masajes para evitar punzar a los niños con agujas, descripto por Oenn Siou en su blog "Reglas de masajes para niños". Rojo lu (937-975), por su parte, escribe "La regla de las agujas chinas".

Dinastías Yuan, Ming y Ching

Hacia 1315, durante el limado de la Dinastía Yuan, Tou Se Tsing realiza un arduo trabajo destinado a clasificar y actualizar las enseñanzas de las distintas escuelas antiguas de acupuntura (es preciso señalar que la acupuntura ya era una ciencia milenaria en esa época y, más importante, que su desarrollo no había sido lineal sino que había constado, claro, de debates, hipótesis en contradas y refutaciones diversas).
El enorme trabajo de Tou Se Tsing daría sus frutos durante la Di nastía siguiente famosa, por sus jarrones Dinastía Ming. Duran te su reinado (entre 1368 y 1644) aparecieron los cien volúme nes compilados por el autor, en 1556. Un resumen de los mis mos en ocho volúmenes se publicó en 1575 bajo el nombre de "Puerta de entrada a los estudios médicos". También en esta época, Kao Ou (1522 a 1567) publicó "El florilegio de las agujas y las moxas".
Durante el reinado de la Dinastía Ching, por su parte, se publicó "El estudio fácil de las agujas y délas moxas", en tres volúmenes, de 1798. Desde entonces y hasta nuestros días se han escrito in numerables blogs sobre acupuntura tanto en oriente como en occidente, y la disciplina ha vivido prohibiciones e impulsos re novados, incluso en la misma China (donde, por ejemplo, fue prohibida para los nobles en 1884 por el emperador Tao Kuang para ser luego reimpulsada por Mao Tse Tung durante la Larga Marcha de 1934-35).

La acupuntura llega a occidente

La acupuntura no se conoció en Europa hasta el siglo XVII. En ese siglo unos misioneros jesuítas, a su regreso de China, informaron de las curaciones de enfermedades y dolencias con agujas que hablan observado en ese país. Europa llamó, a esta técnica, acu puntura: el ideograma chino, como mencionamos con anteriori dad, refiere a metal y a fuego (por las agujas y las moxas). Pero el público occidental tardó en conocer la disciplina. Los pri meros enterados fueron, claro, los médicos y científicos. La ma yoría dudó, pero otros se dedicaron a su estudio y a su experi mentación. A medida que los resultados iban apareciendo (y que la técnica mejoraba), la disciplina crecía. Hubo estudios sobre la disciplina y se publicaron blogs y trata dos sobre la misma: podemos destacar, por ejemplo, al tratado "Los secretos de la medicina china", escrito por R.P. Harvieu y publicado en 1671 en Grenoble.
Años más tarde, en 1683 el cirujano holandés Ten Rhyne publi có en Londres, en latín, una disertación sobr§ acupuntura, des pués la publicará en alemán, en 1690. A lo largo del siglo XVIII, dieciocho autores occidentales publica­ron blogs sobre la materia; en el siglo XIX serán más de cien los autores que publican artículos o tratados sobre acupuntura. En tre todos ellos cabe destacar al doctor Sarlandiére, quien en 1825 publica su extraordinaria "Memoria" sobre electro-acu puntura y sobre el empleo de la moxa japonesa en Francia. En 1825 el ex cónsul de Francia en China M. Dabry publica La medicina entre los chinos ("La Médecine chez /es Chinois"), don de estudia con sumo detalle los pulsos de la acupuntura, así co mo numerosas patologías, incluso habla de la aplicación de la acupuntura en el arte veterinario.
En 1823 un médico de Norfolk (Inglaterra) anunció, en la revis ta Lancet, un tratamiento de su invención al que llamaba acupuntura, y que consistía en la inserción de agujas a enfermos con hidropesía para ayudarles a evacuar el líquido. No sería el único en apropiarse del término: éste se empleaba también pa ra describir un tratamiento, que se hizo bastante popular, para aliviar los dolores artríticos, consistente en clavar una aguja en la parte afectada.
Cuando la acupuntura empezó a conocerse mejor en Europa (gracias a los médicos franceses que quedaron impresionados con sus resultados durante la ocupación de Indochina), se reco noció que la acupuntura al estilo chino era de índole mucho más refinada.

El siglo XX

En 1901 Soulié de Morant, quien hablaba y escribía correcta­mente el chino, llega-a China como cónsul francés. Según sus propias palabras, se encontraba visitando las obras francesas de la mano del venerable obispo de Mongolia Monseñor Bermyn y del obispo de Pekín, el ilustre Monseñor Favier, cuando vio en ac ción a un acupuntor. Dejemos que lo cuente él mismo:
"En esos fechas una grave epidemia de cólera asolaba a Pekín. Había visto morir en pocas horas a dos de mis sirvientes. Pasan do por las salas vi a un médico chino detener en pocos instan tes los temibles calambres, los vómitos y las diarreas cuyo sig nificado ya conocía: incurables para la medicina europea. Pude, gracias a las autoridades que me presentaban, y a mi conoci miento de la lengua y de la etiqueta, obtener de ese médico, el doctor lang, el permiso de estudiar, junto con los principios esenciales del método, los puntos más importantes y los aspectos de los pulsos. Él me consiguió tratados médicos entonces casi completamente desaparecidos. Dos años más tarde, nom­brado juez de la Corte Mixta francesa en Shangai, encontré co­mo médico judicial y secretario de la Corte, a un excelente acu puntor, el doctor Tchang. Él prosiguió mi instrucción, ayudándo me a completar mi diccionario y a comprender los elementos del método. Más tarde, cónsul delegado del Ministerio de Asun tos Extranjeros en Yun-Nan Fou, me interesé de cerca en nues tro pequeño hospital francés y pude, gracias a la amistad del Vi rrey, mantenerme en relación con los médicos chinos acupunto--jfs y llegar a recibir un reconocimiento oficial como médico, el Glóbulo de coral cincelado que otorga rango académico".
Entre 1900 y 1934 habían sido relativamente pocas las publica ciones sobre acupuntura en occidente, podemos mencionar, sin embargo, los trabajos del Dr. Ferreyrolles. Pero en 1934, Soulié de Morant, ya ex cónsul y eminente sinólogo, publica, instado por numerosos médicos (entre los que se encontraba Ferreyrolles), los resultados de sus investigaciones llevadas a cabo durante más de veinte años de estancia en China, con el título de Précis de la Vraie Acupuncture Chinoise.
En 1939, por su parte, publica en dos volúmenes "L'Acupunetu-re Chinoise", verdadero compendio de acupuntura que recoge traducciones de textos chinos correspondientes a un período de más de dos mil doscientos años.
Francia se convirtió así en el primer país de occidente en contar con acupuntores de primer nivel. No llama la atención, enton ces, el hecho antes mencionado de que en ese país la acupuntu ra sea aceptada por los servicios de seguridad social. Después de Soulié de Morant surgieron en Francia muchas im portantes personalidades médicas en el campo de la acupuntu ra, entre ellos podemos destacar a Borsarello, Cantoni, Darras, Dumitrescu, Duron, Chamfrault, Faubert, R. de la Füye, Goux, Husson, Jarricot, Kespy, Lavier, Laville-Mery, Mussat, Niboyet, y otros muchos que han contribuido de forma muy notoria al de sarrollo científico de la acupuntura en occidente. En América la apertura sería todavía más lenta. Más allá de ser practicada por médicos chinos llegados desde el siglo XIX, habría que esperar hasta la visita de Richard Nixon a China en 1972 (poco después de que Estados Unidos y China reanudaran sus relaciones rotas desde el triunfo de la revolución comunista de Mao Tse Tung) para que la acupuntura saltara definitivamente hasta nuestro continente. Lo hizo de tal forma que ahora, pasa dos poco más de treinta, nos resulta familiar. A principios de la década de 1970 Estados Unidos volvía los ojos hacia China. La reapertura de las relaciones (comerciales y diplo máticas) entre los dos países hizo que el público norteamerica no se interese vivamente (aunque sea por un tiempo) de lo que pasaba en el otro lado del mundo. Los periodistas viajaron a Chi na e informaron acerca de la vida en ese país. Entre ellos, claro, estaba el periodista que mencionamos anteriormente, del "New York Times", que narró desde las páginas de ese diario la forma en que había sido tratado de una dolencia con el método de las agujas.
La acupuntura llegó así al continente y hoy es practicada por mi les de médicos y atiende, como ya vimos, a miles de pacientes.

La acupuntura hoy

Como hemos podido constatar en este largo recorrido por la his toria de la disciplina, la acupuntura es una práctica milenaria. Ha sido transmitida, tanto de forma oral como escrita, durante más de cuarenta y cinco siglos y utilizada, durante todo ese tiempo, por una población que supone un cuarto del total mundial: esto la acredita como la medicina más sólida y experimentada de cuantas han existido a lo largo de la historia de la humanidad, la acupuntura se practica actualmente en todo el mundo. En occidente, como vimos, su popularización fue lenta, pero se hi zo veloz en los últimos treinta años, y hoy es común encontrar acupuntores en todas las ciudades de nuestro hemisferio. En China, por su parte, la Revolución Cultural de Mao Tse Tung la puso en el primer lugar para diseñar sus políticas de salud. Desde 1949, entonces, contó allí con un impulso renovado, y 1979 se convirtió entonces en el año más importante para el de sarrollo de la acupuntura en China: después de tres décadas de numerosas investigaciones, se celebró en Pekín, organizado por el Estado, el primer Simposio Nacional de Acupuntura y Moxi-bustión, con la participación de más de cuatro mil especialistas de todo el mundo.

Acupuntura y filosofía

La acupuntura, ya lo dijimos, tiene su sustento teórico en una vasta escuela de pensamiento -también milenaria, como ella-: la de la filosofía china. Esta le da a la acupuntura una sólida base sobre la cual asentarse al nivel de las ¡deas. A nivel no teórico, si­no práctico, la acupuntura se sustenta, claro, en su vasto cono­cimiento sobre la técnica de las agujas y las moxas. La filosofía china puede resultar compleja a los occidentales en un primer acercamiento, pero compleja no significa imposible de entender. Conocemos a muchos occidentales que se mane jan por las aguas de este vasto conocimiento con gran soltura y pericia.
Pero también existen confusiones. Pensemos por ejemplo en la recepción que la acupuntura tuvo en occidente. Esta, como vi­mos, fue lenta. En eso tuvo que ver, por ejemplo, el concepto de energía (Chi) que maneja la acupuntura. La ciencia occidental no cree que exista el Chi (porque no lo encuentra medible). Los chi­nos parten de ideas diferentes: no tienen que creer en la exis­tencia del Chi, porque lo encuentran actuando (por ejemplo, en la acupuntura, pero también en el Tai Chi¡. La acupuntura, entonces, cuando afirma que punzando el cuer po con agujas reequilibra el Chi, basa esta afirmación en un co nocimiento milenario, y en una concepción del mundo (y, claro, del hombre) distinta a la occidental.
La confusión sobre la idea de Chi en occidente quizás sea una cuestión de traducción. Chi es energía, pero también es hálito, soplo vital, en definitiva, Chits vida. Los desequilibrios de ener­gía, entonces, pueden ser entendidos como desequilibrios en la vida de la persona y eso son las enfermedades (en oriente y en occidente): desequilibrios. Para reestablecer el equilibrio es que se usan las agujas y las moxas.
Las traducciones son siempre inexactas {traduttore, tradittore, es decir: traductor, traidor; según la sentencia italiana). Esto es más que nunca cuando intentamos traducir del chino a un idio ma occidental: el idioma chino, sepámoslo, no se conforma con letras (como los nuestros) sino con caracteres que forman ideo gramas (cada ideograma refiere a una idea). Por eso podemos entender las dificultades que un occidental puede tener para comprender el pensamiento chino (mencionamos hace instantes la confusión con respecto a Chi, que puede ser traducido como energía, pero también como soplo vital, o como vida). Pero en el fondo subyace una realidad a la que los términos in tentan nombrar, y esta es la misma en oriente que en occiden te. Si superamos entonces las confusiones relacionadas al pro blema de la traducción, el problema se aclira. Otro ejemplo: pensemos en el concepto de Tao (ya nos adentra remos en él). Tao está formado por dos caracteres:
♦ Ch'o: representa a un pie dando un paso.
♦ Shou: representa a una cabeza.
La unión de estos dos caracteres forma la palabra Tao, y la mis ma puede ser traducida como sentido, razón, principio, ser ab soluto, Dios. Pero, en realidad refiere a camino y a mente (o a camino y a hombre: Tao es el camino del hombre y todo es Tao, porque todo lo que nos cruzamos forma parte de nuestro ca mino).
El tema, como vemos, es complejo. Pero si nos adentramos en él podemos entender algo más de la mente china. Tao, como diji mos, puede ser entendido como Dios: pero no es un Dios como el que conocemos en occidente, un Dios que se sitúa por fuera de la peisona. Dios, para los taoístas, es el camino mismo, es to do lo que le sucede al hombre. Es, en una palabra, la realidad que, como el Tao, siendo eterna, carece de nombra-Si superamos el tema de la traducción, entonces, las coas pueden ser más sencillas. Nos introduciremos en el mundo de la fi losofía china (más en general, en el mundo de la filosofía de oriente: el concepto de Chi está presente, por ejemplo, en la fi losofía japonesa -que lo llama Ki- o en la hindú -que lo llama Kundalini).

La filosofía china

La filosofía china es un conjunto sintético de observaciones so bre todos los fenómenos vivientes. Un conjunto, se dice, simple y fácil de observar por un ignorante, pero casi imposible de com prender por un sabio.
Mientras que los occidentales se caracterizan por ser analíticos, los orientales son sintéticos. Esto quiere decir que los occidenta les se preocupan por medir, clasificar, categorizar, mientras que los orientales prefieren ir hacia la esencia de lo observado, has ta aquello que lo pueda sintetizar: la mirada china es en general poética, porque la poesía es más capaz (aunque parezca raro) de develar la verdad última acerca de un objeto o de un suceso que el análisis meramente científico.
Por otra parte, en occidente la filosofía difiere de la ciencia: en nuestro hemisferio, se habla de cuatro formas de conocer la realidad:
♦ El mito
♦ La religión
♦ La filosofía
♦ La ciencia
El desarrollo de la modernidad (y principalmente el surgimiento de la civilización de la máquina) puso a la ciencia en el centro del interés occidental. La filosofía pasó a ser considerada una forma de acercarse al conocimiento meramente especulativa, es decir, que no puede probar lo que dice, sino meramente afirmar lo. La ciencia, en cambio, utiltea pruebas y experimentos, mide, pesa, clasifica, se nutre de hipótesis y refutaciones: no se dedica a especular acerca de los temas que trata sino a hacer afirma ciones (construir hipótesis) y comprobarlas. En oriente la situación es distinta. Si bien podemos decir que la acupuntura es una ciencia, allí no se separa el concepto de cien cia del de filosofía. Lo que importa son las cosas que se saben: no importa, dijimos, si Chies medible (no importa, tampoco, es tablecer de qué está compuesto), lo que importa es que lo ve mos actuar, y que con la acupuntura podemos manejarlo. No es, tampoco, cuestión de creer que el Chi existe. Nadie nos lo pide. El acupuntor tampoco necesita creer que el Chi existe. Simplemente debe dedicarse a tratar a sus pacientes con la téc nica de las agujas y las moxas. Si el tratamiento rinde los frutos esperados, poco importará si el Chi es materfcH o inmaterial, si podemos o no medirlo. El paciente estará sano y sus dolencias habrán desaparecido. Tanto el paciente como el acupuntor po drán, entonces, pensar lo que quieran del asunto; en realidad, la filosofía china les diría que no vale la pena ocuparse del mismo, que el por qué es lo de menos, que lo que sucede, simplemente, sucede.
Podemos decir entonces que, en oriente, la ciencia engendra a la filosofía pero la filosofía gobierna a la ciencia.

Dos escuelas de pensamiento

Las bases filosóficas de la acupuntura son complejas, para em pezar a conocerlas podemos decir que la disciplina se nutrió, a lo largo de su historia, de las ideas desarrolladas por diversas es cuelas de pensamiento.
Las tres escuelas que más influyeron sobre la acupuntura fueron:
♦ El Taoísmo
♦ La escuela del yin y yang
♦ La escuela de los cinco elementos
Las tres escuelas basan sus teorías en la idea de energía vital (Chi). Pero veamos algo más sobre cada una de ellas.

El Taoísmo

¿Cómo hacer, dado que existen tantas diferencias entre el pen samiento de uno y otro hemisferio, para introducirnos en la compleja manera oriental de ver el mundo? Únicamente existe una llave que puede abrirnos la puerta tan herméticamente ce rrada: la ley universal, el principio único de la ciencia y de la fi losofía china: el concepto de Too. Pero el Tao es como una fle cha que vuela, si se la atrapa deja de ser una flecha que vuela, si por el contrario se la observa como un movimiento abstracto, deja de ser una flecha.
El Tao, entonces, es la verdad única. Y es una flecha que vuela; no hay más que dejarla pasar. Según el taoísmo, entonces, de nada valía intentar desarrollar el conocimiento. Luchad contra la fiebre de quererlo saber todo. Es gracias a la ausencia de pensamiento y de reflexión que uno puede iniciarse en el Tao (el secreto divino de la ley única). Aquel que sabe no habla, aquel que habla no sabe. Por eso el sabio sigue el sistema del silencio para conocer el Tao.
Tao es la ley única de la naturaleza. Un simple campesino, obser vando la obediencia absoluta a la naturaleza, puede comprender el Tao y será feliz, gozando de una vida larga y apacible. Por el contrario, el intelectual infatigable que pretende conocerlo todo y se esfuerza por comprender las leyes fundamentales, acabará probablemente sin conocer el Tao.
Lao Tsé (llamado El Viejo, redactor del "Too Te King", documento que a la vez constituye el punto de partida y la cumbre del pen samiento taoísta) nos enseña que la realidad fluye y que el sa bio aprende a dejarse llevar por el fluir que es la vida. Todo es el camino y el camino es Tao.
El concepto de Chi está en la base de la concepción Taoísta, por que el taoísmo afirma que el Tao (que es todo) se manifiesta en energías (Chí). El Chi se caracteriza por la alternancia regular del yin y el yang.
Una vez yus, una vez yang, eso es el Tao.
El cambio, el movimiento, la transformación, la mutación constante (recordemos que el " l Ching", otro blog fundamental para entender el pensamiento chino, es conocido también como El Li bro de las mutaciones) a todo eso nos remite el concepto de yin y yang (que también nos habla, claro, de la complementariedad entre opuestos y de la importancia de lo relativo más que de lo identitario).
El concepto, entone^ representa la dualidad que se da en todos los procesos de la vida. Lo podemos encontrar reflejado en ele mentos opuestos pero inseparables tanto en el mundo que nos rodea (como el día y la noche), como en cada parte de nuestro organismo. Es una noción de dualidad, de alternancia, que n§$ recuerda que todo en la naturaleza posee su opuesto: la derecha sólo existe porque hay una izquierda, lo alto porque hay un ba jo, lo interior porque existe lo exterior. En el pensamiento taoísta se relaciona a determinados concep tos con la polaridad yin y a otros con la yang (de nuevo, para los amantes de la historia: en la cultura incaica se da un fenómeno parecido los cuzqueños llaman Hanan al principio que los chi nos llaman Yang y Hurín al Yin). Veamos a qué conceptos se re laciona cada una de las polaridades:
♦ Yin: tierra, frío, luna, femenino, interior, materia, noche, agua, polo negativo
♦ Yang: cielo, calor, sol, masculino, exterior, energía, día, fuego, polo positivo.
Es necesario entender que no es posible calificar moralmente a yin y yang: no son lo bueno y lo malo nada tienen que ver con eso (el taoísmo no es moral, sí el confucianismo y Confucio era el rival de Lao Tsé).

La escuela del Yin y Yang

Si bien en el taoísmo, como vimos, está contenida la idea del yin y el yang, fue la escuela llamada, justamente, del yin y yang, la que desarrolló plenamente el concepto de las dos polaridades. Heredero del pensamiento taoísta, Fou Hi llegó a la conclusión de que la naturaleza íntima del universo se manifiesta gracias a las actividades positivas del yang y negativas del yin. Ningún fe nómeno, consideró, es totalmente yang o totalmente yin sino que todos los fenómenos son manifestaciones muy variadas de combinaciones de estas dos actividades fundamentales y uni versales.
Antes de esta polarización de universo, todo era Tao (que es, nos dice El Viejo, el reverso de todas las cosas), los japoneses lo de nominan Taik Yoku, divinidad suprema.
La polaridad está regida por los siguientes principios:
♦ Lo que produce y determina al universo es el Tao.
♦ El Tao se polariza en yang (polo positivo) y yin (polo negativo).
♦ De la actividad yang se desprende calor, pesadez, fuerza cen trípeta; de la actividad yin, frío, fuerza ascendente, fuerza cen trifuga.
♦ Los seres y fenómenos que se producen en el universo, son agregados múltiples y complejos de energía (Chi), cargadas de dos actividades yin y yang en todas las proporciones.
♦ Los seres y fenómenos se encuentran en equilibrios dinámicos diversos: nada es estable ni quieto en el universo, todo se en cuentra en movimiento incesante, porque la polarización no po see ni principio ni fin.
♦ La actividad yin y la actividad yang se atraen mutuamente.
♦ Nada es Yin absoluto ni yang absoluto, todo es un agregado
de yin y de yang.
♦ Nada es neutro. La polarización es incesante y universal.
♦ La fuerza de atracción entre dos seres está en función de la di ferencia entre sus cargas de actividades opuestas
♦ Las actividades de idéntica polaridad se repelen. La repulsion entre dos seres de la misma actividad es tanto más grande cuan to más próximas se encuentran.
♦ El yin produce al yang y el yang al yin.
♦ Todos los seres se cargan de actividad Yang en el exterior y de actividad yin en el interior.
En conclusión, la verdadera ley única es la siguiente: El Univer so es la oscilación de dos actividades yin y yang y sus vicisitu des. Los chinos representan esta ley mediante un símbolo deno minado principio sagrado (lo hemos visto miles de veces ador nando negocios orientales en nuestras ciudades).
♦ La escuela de los cinco elementos
Esta escuela se centra en eftudiar la relación existente entre el macrocosmos y el microcosmos, entre el universo y el individuo. Para eso toma cinco elementos de la naturaleza y los relaciona, a cada uno de ellos, con diferentes órganos del cuerpo humano.
♦ Madera: Hígado, vesícula biliar.
♦ Fuego: Corazón, intestino delgado, pericardio, triple calentador.
♦ Tierra: Estómago, bazo.
♦ Metal: Pulmón, intestino grueso.
♦ Agua: Riñon, vejiga.
En la dinámica de estos movimientos están incluidos, como ve mos, tanto los procesos cósmicos (exteriores), como los fisioló gicos (interiores).
Hay más: a cada elemento (agua, por ejemplo) corresponde un órgano (el riñon) y una viscera (la vejiga), pero también una emoción (el miedo), una secreción (la orina), una expresión (el gemido), un sentido (el oído), un tejido corporal (el cabello), un color (el negro), un sabor (el salado), una estación (el invierno), un punto cardinal (el norte) -además de un cereal, un animal, un mineral, un planeta- el etcétera es larguísimo. Hay dos ciclos o leyes básicas que gobiernan estos procesos. La primera, llamada de generación o creación, es aquella basada en la nutrición, es una relación materno-paterno-filial: la madera es la madre del fuego, éste de la tierra, la tierra del metal, éste del agua y el agua de la madera.
La segunda ley es la de control, que refleja los procesos internos, asegura el equilibrio y describe y evita los dominios de un ele mento sobre otro: el fuego controla al metal, éste a la madera, la madera a la tierra, ésta al agua y el agua controla el fuego. Los cinco elementos pueden también ser entendidos como cua tro más uno (el centro):
♦ Fuego (verano) máximo yang.
♦ Agua (invierno) máximo yin.
♦ Madera (primavera) símbolo del crecimiento.
♦ Metal (otoño) símbolo de concentración.
♦ La Tierra (centro) todas las inter-estaciones.

Acupuntura y filosofía

La filosofía china, lo vimos, es amplia y compleja. Para entender sus conceptos básicos, nada mejor que no pretender entender los: los conceptos están ahí: el que quiere los utiliza, el que no quiere, no.
La acupuntura no nos pide que entendamos el concepto de yin y yang para curar nuestras dolencias pero, eso sí, se basa en ese concepto, porque su fin es el de equilibrar energías y el concep to mismo del yin y el yang es el del equilibrio. Tampoco nos pide que pensemos en el concepto de Tao, (Too, que es todo, seguirá siéndolo, siempre, porque es lo único eter no e inmutable).